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líNea editorial
No es que la voluntad de Som Prematurs sea convertirse en una editorial, pero alrededor de la perinatalitat y de la prematuridad nacen muchas experiencias personales, muchas emociones y sentimientos que a menudo se pueden convertir en historias.
Algunos más osados se han atrevido a coger el papel y el lápiz y escribir o dibujar sus vivencias, de una manera más o menos acertada, en formato de novela, relato, cuento o poemas. Todos hemos vivido estas historias de una forma o de otra y nos hemos visto reflejados en estos libros que nos han servido para entender mejor nuestra situación, nuestros sentimientos y también para explicarlos a los otros, a los pequeños y a los grandes.
Som Prematurs ha querido apoyar a estas iniciativas de unos cuántos literatos que han querido compartir su historia con entusiasmo y que difícilmente lo hubieron hecho por la vía de las editoriales convencionales.

Empecé a leer su libro y encontré reflejados sus sentimientos. Resiguiendo sus versos se me hace un nudo la garganta al encontrar estas palabras de un abuelo frente a su nieto prematuro, vamos a deshora, dice, has llegado cuando todavía no te esperábamos, has hecho un salto mortal en nuestros calendarios de la cocina y ahora no te queremos perder. Tu abuelo es un canto rodado, redondeado por tantas avenidas, por tantas experiencias vividas a lo largo de los años que lo han pulido, duro y frágil al mismo tiempo, se puede romper con un golpe seco. Que había hecho grandes proyectos contigo, y ahora tiene la incertidumbre del futuro, por eso cuelga en el tendedero sus fantasías y se pone la ropa de trabajo, práctico, que tú navegas dentro de la incubadora y debe de hacer basarda salir, pero él te quiere llevar a navegar por otros ríos y mares abiertos.



Es la historia de Joel, un pequeño gran luchador nacido en la semana 30, después de estar sin líquido amniótico a causa de la rotura de bolsa la semana 23. En estas semanas hubieron muchas preguntas, miedos, incertidumbre, pero sobre todo una gran lección de vida.

Un viernes caluroso de julio, Júlia estaba en casa con su padre, acabando de recoger los juguetes esparcidos por todo el comedor antes de poder ir al hospital a ver la hermanita: Claudia. Desde hacía cosa de una semana Júlia no acababa de entender qué estaba pasando a su alrededor y decidió comentarlo a su padre. “¿Pero papá, y mi hermanita Clàudia? ¿Por qué ya está en el Planeta Tierra y todavía no vive con nosotros en casa?”. “Ven a mi regazo, Júlia, que te explicaré la aventura que está viviendo Claudia”.
Te salvarán la vida. Carlos Garvin
Le prometí a mi mujer contar esta historia cuando saliéramos de allí, que no es solo la nuestra. Los mismos síntomas se repiten, la inmadurez de los pulmones, la fragilidad del cerebro, la ictericia, el ductus, las infecciones, la retinopatía. Quería narrar también la gesta que llevan a cabo cada día los médicos, las enfermeras, los auxiliares y el resto del personal sanitario. Cómo les dan la vida a esos bebés que han nacido con tanta prisa, con qué cariño los cuidan, a ellos y a sus padres, quienes con frecuencia se encuentran completamente perdidos y confundidos. Desde el primer momento nos hicieron creer en la vida. Que era posible seguir viviendo a pesar de las circunstancias desfavorables. Por eso, esta novela es una fiesta en honor a la vida.