Estas y otras muchas cuestiones tienen que ser escuchadas, pero finalmente es la familia quién tiene que depositar la confianza en los profesionales referentes para decidirse. En este sentido el *EAP tiene la responsabilidad de recoger la información (con el consentimiento de la familia) que es necesaria para garantizar una óptima escolarización y poder dar su opinión, puesto que en muchos casos se elabora un informe en el cual emite la orientación educativa. En este sentido hace falta que la familia plantee todas sus dudas y cuestiones que faciliten esta toma de decisiones, por ejemplo:
- Cuando se habla de inmadurez, en que se concreta? Inmadurez es igual a retraso?
- Un retraso siempre evoluciona hacia un trastorno?
- La inmadurez implica un retraso mental?
- Un año más en la guardería en que lo ayudará? Qué cambia de la guardería a educación infantil 3 años?
- Mi hijo tiene que ir a una escuela de educación especial?
Seguramente la distancia entre la autonomía que presenta el niño con relación a su grupo de edad será un elemento importante en esta decisión, así como la necesidad de un ritmo más pausado y no más fijado como en la escuela. También puede ser decisión la necesidad más o menos permanente que tenga de apoyo o bien de estimulación individualizada.
Todas estas cuestiones y muchas otras que los profesionales de la salud irán informando también tienen que ser respondidas desde el entorno escolar para profesionales que lo conozcan con profundidad.